VIDEOS DE DEFENSA PERSONAL PARA SALVAR TU VIDA

Todos los videos son seleccionados cuidadosamente, para que no sean díficiles de aprender y aplicar instintivamente.
Es importante que los practiques con un compañero o solo, principalmente frente al espejo. Si tu tiempo lo permite, has ejercicio diariamente durante media hora. Los básicos: lagartijas, sentadillas y abdominales, un poco de elasticidad y caminar enérgicamente 10 minutos. Tus músculos responderán de forma automática.
Los videos están en varias partes del Blog.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

NO TIENE NOMBRE



¡NO TIENE NOMBRE!
Por Arturo Sandoval


Hasta ahora la realidad siempre ha superado a la ficción. Entre más cosas “imposibles” imaginamos en esta época cibernética, más temprano que tarde se convierten en realidad pero rebasando, por mucho, lo que originalmente fantaseamos.

Así, inventores como Leonardo Da Vinci, películas como Viaje Fantástico, profecías como las de las pirámides de Egipto han sido o serán superadas por la realidad.

Es muy viable la llegada del hombre a Marte a principios del milenio tres, también la cura de enfermedades como el SIDA, por mencionar a la más temible patología de fines del milenio dos. Podemos asegurar la descifrasión total del mapa genético del hombre antes del 2010 provocando la muy probable inmortalidad del ser humano con generaciones perfectas sin enfermedades hereditarias. El hombre perfeccionado por la Medicina Proteica. La creación de órganos humanos artificiales, así como la reproducción de la piel, sangre y de tejido óseo, hasta la clonación de humanos; están formando cambios por demás brutales en la conducta y la salud física de la sociedad.
Política, cultura, religión, legislación, ética y economía mundial no podrán abstraerse de tan radicales cambios, quedando para ello, el camino de la adaptación en forma rápida y funcional, para evitar colapsos de toda índole que repercutan en contra de la sociedad y su subsistencia.

La Virgen María postrada en la base de la cruz, abrazada a ésta, hincada suplicando, de estas y otras formas los grandes artistas han intentado reflejar en sus pinturas el dolor de María tan inmenso y martirizante, hasta ahora todos han fracasado, incluso Miguel Angel con sus pinturas y esculturas, no ha podido, siquiera un poquito, ayudarnos a entender el enorme sufrimiento de la Virgen, al ver y sentir a su hijo muerto. Los gestos de los padres que pierden un hijo no podrán reproducirse por medio de pinturas, poemas, obras literarias, canciones ni esculturas. Vaya ni las fotografías y películas de estos dramas nos harán sentir lo que las víctimas sienten. Ese dolor sólo lo comprenden y entienden los que ya pasaron por tan lamentables y desgarradores momentos.

No hay empresa imposible para el ser humano, si a éste alguna vez se le ocurre lo más inverosímil, se logrará. Excepto...
Sí, hay una excepción, la cual por más que pasen los milenios, por más que los genios creativos y las computadoras más complejas se esmeren en buscar un calificativo para un sentimiento humano creado por una circunstancia que deja a las despojadas víctimas sin nombre, sin clasificación. Ni García Márquez, ni Carlos Monsivaís. Ni Mario Benedetti, ni Octavio Paz, ni Jaime Sabines, ni todos los literatos y poetas del pasado, presente y futuro de la humanidad, podrían encontrar un calificativo para quienes la vida les arranca de un sólo tajo el mayor motivo para seguir, paradójicamente vivos, ni para darle nombre a un “estado civil” sin liga alguna al divorcio, concubinato, viudez, orfandad, pero unido como las garras de un tigre clavadas en el corazón, a la más dolorosa forma de perder la felicidad: la desaparición de un hijo.

¿Cómo -diga usted querido lector- podemos llamar a la madre o al padre que pierde un hijo?


¿C ó m o?

VIOLACIÓN CON CONDÓN


VIOLACIÓN CON CONDÓN

Por Arturo Sandoval

Caso Real contado por un padre de familia.

No era con el afán de parecer super liberal, pero las críticas familiares han sido muy duras conmigo cundo se enteraron del regalo que le di a mi hija de 15 años de edad: un condón.

En fin, ojalá algún día mi familia entienda que lo hice para salvar a mi niña de una enfermedad venérea o de un embarazo no solamente no deseado, sino además repudiado, o hasta la vida en caso de un portador del SIDA.
De ninguna manera mi intención era pervertir o dar pauta para que iniciara su vida sexual antes de tiempo. No, repito, de ninguna manera. Mi intención era salvarla de todas las complicaciones físicas con las que cargaría una adolescente en caso de violación.
Días antes de darle el condón, habíamos visto en el noticiero “Ocurrió Así” el caso de una mujer violada en un lugar de Estados Unidos que, ante no tener posibilidad de escapar, negoció con su violador (armado con una navaja) el uso de un condón que traía ella en su bolso, argumentando ser portadora de una enfermedad venérea, lo cual no era cierto. Ella salvó la vida y pudo narrar cómo. Al delincuente lo atraparon horas después, por cierto intoxicado con drogas.
Indudablemente el daño sicológico quedará tatuado indeleblemente en la mujer, pero se imaginan, queridos cibernaútas, la vida de esta víctima si hubiera quedado embarazada o contagiada de una enfermedad incurable, o peor aún: con ambas cosas.
En el caso de mi hija, sabía que con sus sólidos principios asimilaría positivamente la intención de mi regalo y estaría lejos de tirarse al libertinaje sexual.
La buena comunicación entre padres e hijos es fundamental para evitar problemas graves a los adolescentes y hasta salvarles la vida. Por cierto, mi esposa estuvo de acuerdo conmigo desde el principio y aconseja a todas sus amigas la portación de un condón en sus bolsos.

NOTAS:
En caso de haber sido violada o violado, recurra a estos grupos de ayuda o llame a los teléfonos-53-46-88-00 inmediatamente después de la violación, es de vital importancia para su salud física y mental, y para asesorarse legalmente.
Después de la violación, por ningún motivo se lave o se bañe antes de que el médico legista la revise. Es indispensable para demostrar y probar por quién fue cometida la violación, sobre todo cuando existe denuncia.
Recomendación:
Compre el libro ¡PROTÉJASE! De la autora Jessica Davies, Editorial Diana,
Insurgentes Sur 1898 CP.01030 Álvaro Obregón, México DF.Tel. 50 89 12 20

TRES ASALTOS EN UN MES

SIMPLEMENTE NO ES VIDA
Por Arturo Sandoval

Los tres asaltos los sufrió en un mes.
Lo que le pasó a María es, desgraciadamente, lo cotidiano en estos tiempos. Ella estaba a punto de entrar al estacionamiento del hospital Siglo XXI. El carro atravesó la banqueta y en un instante a María le apretaba en el cuello el cañón de una 9 milímetro meneada por la temblorosa mano de un asaltante que con groserías le ordenaba a María le entregara su bolsa, su reloj y el celular, mientras otro sujeto hurgaba dentro del carro. La angustiada mujer reaccionó de forma inesperada para los asaltantes, motivada por la ira de perder el reloj con significado sentimental, dejo caer su cuerpo encima del asaltante de la pistola y grito auxilio. Los delincuentes corrieron con el botín completo.
Días más tarde, María recibe una llamada del chofer de una de las camionetas de la empresa de su propiedad. “ señora me robaron la camioneta a punta de pistola”
A la siguiente semana, cuando María circulaba por avenida Miramontes en compañía de sus dos hijos, se repitió la escena del asalto al hacer alto un semáforo: Dos asaltantes abordaron el auto con sendas pistolas obligaron a María abrir las puertas. Le quitaron sus pertenencias mientras ella cubría a sus hijos con su cuerpo y suplicaba no les hicieran daño. Los rateros huyeron con todo y el auto de María dejando a ésta en medio del arroyo con sus hijos a salvo y con la deuda de un auto que aún no acaba de pagar.
Es probable, querido lector, pensar en la mala suerte de María al ser víctima en un mes de tres asaltos, sin embargo ella y su gente no sufrieron ni un rasguño lo cual desde ese punto de vista salió ganando.

Pero estas acciones delictivas, dejan secuelas sicológicas y físicas devastadoras en la salud de sus víctimas. María no deja de voltear a todos lados cuando sale de su casa y a veces dentro de su hogar también siente que alguien está atrás de ella y corre sudor frío en su espalda. Según nos confesó María, lamenta las pérdidas materiales y gracias a ser mujer precavida, recuperó buena parte de lo robado por medio de los seguros, pero lamenta más no poder recuperar su libertad viviendo encerrada en el terror constante de volver a ser víctima y se pregunta si algún día conocerá otra vez la tranquilidad que disfrutaba antes del primer asalto.
Si María no se hubiera distraído hablando en su celular, si en lugar de comprar Combies para repartir la mercancía hubiera comprado otro vehículo menos comercial para los roba autos (recomendación de los judiciales asignados al caso de la camioneta robada), si trajera cristales blindados, si muchas cosas más... si las autoridades en verdad nos protegieran no sólo atrapando delincuentes, sino que éstos no salieran libres en pocos días y a veces en horas de su detención, valiéndose de lo que la ley omite o dicta de manera caduca y ambigua, o en el peor de los casos “ con una lana” para el MP.

La legislación inherente a las penas para los delincuentes es cuestionada día a día por la sociedad, urge un cambio y una adaptación de las leyes para delitos cada vez más destructivos en contra de personas e instituciones. Es fácil delinquir violando infantes o adultos, secuestrando, cometer fraudes, etcétera y salir bajo fianza o, incluso asesinar y no ser castigado a pesar de que las autoridades lo saben.

MUTILACIÓN GRATIS


CÓMO PUEDE CONVERTIRSE EN ESTADÍSTICA FATAL


EN 10 LECCIONES O MÁS.

ADIÓS A LOS CODOS
Lección UNO

Por Arturo Sandoval


Asesor técnico: Dr. Paul William Peterson. Coordinador de Neurocirugía del Hospital Ángeles Metropolitano en México DF. http://www.neurologiayneurocirugia.com/

http://www.eluniversal.com.mx/ciudad/70746.html

7,500 codos desaparecen anualmente tan sólo en el hospital Magdalena de las Salinas. Las víctimas son ingenuos y confiados conductores que recargan su respectivo brazo izquierdo en la puerta, dejando el codo afuera cuando van manejando. Algunos codos los salvan totalmente los médicos –o casi magos- otros sólo se recuperan parcialmente y un grande número se incineran junto con la mano y el antebrazo, o lo que queda de ellos; incluyendo relojes.
Varios son los objetos que se impactan contra los materiales mucho menos resistentes del cuerpo humano, aún los huesos más duros de un elefante, ceden ante la fuerte cohesión de los átomos del acero o del concreto. Desde luego los tejidos humanos parecen mantequilla al unirse con exceso de fuerza a materiales menos fuertes que el concreto o acero, digamos: plásticos duros, aluminio, latón, madera, cristal y todos aquellos con los que los conductores de codo salido pierden la desigual batalla contra un vehículo que se junta demasiado a su auto, también cuando sacan la mano sin precaución indicando el cambio de dirección, o cuando van -femeninamente- secándose las uñas, o de plano cuando se van oreando el moco.
Esto último puede sonar a broma, lo cierto es que un promedio de veinte personas al día es atendido en este hospital y como mencionamos antes, muchas quedan mutiladas de por vida por culpa de este mal hábito, ¿deberíamos decir maldito hábito?.
Las recomendaciones para no convertirse en estadística fatal en estos casos, son:
1- No saque el codo por la ventana del auto aún cuando esté estacionado ni permita que sus acompañantes lo hagan,
2- Saque la mano con muchísima precaución cuando quiera indicar que va a dar vuelta y sólo en caso de no servir las luces direccionales.
3- Si se acaba de hacer manicura, elija entre secárselo fuera de la ventanilla o la comodidad de que, en el futuro, sólo se lo haga en una mano (también se ahorra el 50% de tiempo y dinero)
4- Traiga a la mano un pañuelo de tela o desechable y cuando no tenga estos, un recurso sucio pero inofensivo, es utilizar (eventualmente) cualquier parte del asiento.
5- Cuando se enoje contra otro conductor, no haga señas obscenas y si no puede evitarlo, trate de hacerlas dentro del auto, aunque emule a un enfurecido gorila dentro de su jaula.
6- Y recuerde, hasta ahora, los brazos... no retoñan.

Otras estadísticas que aumentan por causa de estos accidentes:
Las horas de trabajo perdidas-horas hombre- de la víctima y del otro conductor.
El número de familias con más deudas para pagar hospitalización y gastos subsecuentes.
La venta de brazos metálicos o prótesis
La costumbre de usar direccionales
El uso consuetudinario del cinturón de seguridad, ya que después de golpearse el codo, un gran número de conductores perdió el control del auto y sufrieron otro tipo de lesiones más graves.
La compra de seguros contra accidentes.

MANUAL DE PROTECCIÓN PARA MUJERES




¡PROTÉJASE!
MANUAL DE PROTECCIÓN PERSONAL PARA MUJERES
Extracto del libro
Por Jessica Davies
Editorial Diana
México

Debe destacarse que la omisión en adoptar medidas preventivas no significa que una agresión sea “culpa” de la víctima; nunca lo es.

El manual de Protección Personal para Mujeres intenta dar soluciones para los puntos vulnerables de la mujer, en especial qué hacer ante agresiones por parte de extraños. Partimos de una doble propuesta: la creencia de que la mujer tiene derecho a vivir en libertad, sin temor a los peligros mundanos. Mientras debe sentirse capaz de ocuparse de sus asuntos y disfrutar del placer con la misma confianza que lo hace un hombre, también debe aceptar que enfrenta amenazas especiales.

La prevención es clave de la protección personal por tanto es el objetivo de ésta sección. Muchos ataques nunca habrían sucedido si se hubieran tomado unas cuantas precauciones básicas de protección. Estas medidas prácticas y de sentido común pueden mejorar y nunca reducir su calidad de vida, pues al adoptarlas se despojará de la sensación de temor. Debe destacarse que la omisión en adoptar medidas preventivas no significa que una agresión sea “culpa” de la víctima; nunca lo es.

La capacitación en defensa personal es parte del paquete preventivo. Al conocer cómo puede defenderse físicamente. La mujer adquiere confianza en ella misma y se mantiene alerta ante el peligro, lo cual es primordial. Sin embargo, si es víctima de una agresión no debe confiar totalmente en lo que aprendió para responder automáticamente de manera violenta. Al contrario de los escritos sobre autodefensa, no creo que una mujer que ha sido sorprendida por un asalto pueda poner al instante en práctica y con éxito, lo que ha aprendido en su clase de karate, la vida no es así. Si se ve obligada a pelear, hágalo de la manera más sucia que pueda, que sea muy doloroso para su atacante e inmediatamente huya. En otros capítulos le mostraremos los movimientos básicos para pelear sucio cuando seamos víctimas.


Al final, nadie es tan experto para dar un consejo infalible en todas las situaciones. Una buena defensa y autoprotección son cualquiera que funcione en su caso; existen muchos y diferentes tipos de mujeres como los hay de asaltantes y de asaltos, y mientras una patada bien colocada puede funcionar bajo ciertas circunstancias, gritar ¡ auxilio! Puede resultar útil en otras. Cada quién debe decidir que hacer en el momento del asalto.
Lo que sí podemos hacer es preparar a la mujer para tomar esa decisión, dándole a conocer esas opciones y hacerla pensar positivamente en las muchas maneras en que puede protegerse: podemos ayudar a la mujer a olvidar responder en forma indebida y por demás peligrosa como aterrorizarse y sufrir pánico. ; puede aprender a identificar los indicios tempranos de peligro; a controlarse más en una confrontación peligrosa, ganarle la ventaja a su agresor y huir.
El propósito es enseñaren todas estas lecciones. Quiero que las mujeres que lean ésta sección, no sientan más temor, que se sientan libres para vivir vidas plenas e independientes. Quiero que crean, en caso de que alguna vez tuvieran que enfrentarse a un asalto, que disponen de los recursos necesarios para protegerse.



ASERTIVIDAD*: SU PRIMERA LÍNEA DE DEFENSA


Asertividad y protección personal

En la década de los dos mil la imagen de la mujer es de fortaleza e independencia, nunca como ahora, ha tenido tanto control y confianza en su propio destino, ni ha gozado de tanta firmeza en el ámbito laboral en un plano de igualdad ante el hombre.
No obstante estos osados y maravillosos avances usted continúa viviendo acechada por agresiones potenciales; a pesar de su fortaleza aún le provoca temor caminar sola por las calles oscuras. Los hombres también enfrentan amenazas y sufren agresiones, pero no comparten esa sensación especial de temor acendrado que padece cualquier mujer, independientemente de edad o condición social, cuando camina por un callejón o entra sola en una casa vacía a altas horas de la noche.

¿Por qué prevalece esta condición?
Uno de los motivos es que la mayoría de las mujeres no concuerdan con la imagen femenina que nos imponen los medios de comunicación. Las pasadas generaciones poco conocen de la independencia de la mujer profesional de los noventa, pues aprendieron los patrones tradicionales de femineidad en cuanto a dependencia total del hombre en todas las áreas, incluso en la de la protección, cuando se enfrentan a la violencia su reacción es pasiva, hasta derrotista; no tiene caso pelear, él ganará de cualquier manera.
Tal respuesta es compartida por la mayoría de las demás mujeres, entre las que a pesar de décadas de feminismo de por medio, aún subsiste esa falta de seguridad en ellas mismas que las conduce a asumir la derrota en cualquier confrontación violenta. Hasta las representantes genuinas de la mujer actual, seguras de ellas mismas, son proclives a la misma pasividad. Siglos de acondicionamiento avalan nuestra nula preparación para responder asertivamente ante la violencia.

Desafiar y modificar este condicionamiento particular del sexo femenino, aprender a ser asertivas y seguras de ellas mismas en nuestra vida cotidiana, es le primer paso para emprender un programa efectivo de protección personal.

La palabra “asertiva”, que se analizará con detalle más adelante, nada tiene que ver con ser agresiva, mucho menos con ser poco cooperativa o negativa, como en forma errónea, suponen algunas personas. Asertividad implica simplemente aprender a comunicar lo que siente y desea con claridad, tomar iniciativas y decisiones, asumir responsabilidad y control de su propia vida. Toda mujer tiene derecho a considerar sus propias necesidades, por tanto, no rechace ese derecho tan sólo porque esta palabra le cause problemas.
Al aprender hábitos asertivos en todas las áreas de su vida, adoptará, de manera automática, una actitud más positiva ante el peligro. No se convertirá en una mujer capaz de enfrentarse sola a una pandilla de delincuentes y vencerlos, ni tampoco se librará por completo del temor; todas las mujeres, sin importar edad ni condición, experimentamos momentos de vulnerabilidad aterradora. El terror es algo cotidiano para las mujeres que viven en áreas peligrosas.
Sin embargo, al aumentar su asertividad adquirirá nueva confianza en usted misma, y una sensación de poder que aumentarán con cada acción asertiva que emprenda. Ya no será una “víctima” temerosa cuando camine de noche por una calle oscura, sino alguien que sabe hacia dónde va y que no permitirá ser molestada. Cuando un extraño llame a la puerta, tendrá la firmeza necesaria para despedirlo cortésmente. Cuando su automóvil se descompone y quede atrapada en un lugar desconocido, recurrirá a un plan positivo de acción, y cuando tenga que llevar a cabo negociaciones en una ciudad desconocida del interior, sabrá que tiene recursos propios dentro de sí misma a los cuales puede recurrir.
Bajo cualquier circunstancia demostrará confianza en usted misma y en consecuencia obtendrá el respeto de los demás. No es posible fingir confianza en usted misma, ésta debe surgir de su interior. A continuación le mostraremos diversas formas de acrecentar la confianza en sí misma.

¿Qué tan asertiva es en su vida diaria?

Antes de continuar debe analizar con detenimiento sus propios patrones de conducta, tenga en mente que si no puede actual en forma asertiva en situaciones cotidianas, sus posibilidades de actuar en momentos de crisis son escasas. Hágase las preguntas siguientes:

¿Evita las situaciones conflictivas a costa de lo que sea? Si es así, carece de asertividad.
¿Confía en que otros le resuelvan situaciones molestas? Si su respuesta es afirmativa, le falta asertividad.
¿Domina el arte de expresarse con claridad por difícil que ello sea, de manera cortés pero con firmeza? Si es así, ha desarrollado una actitud asertiva.

En cierta ocasión mientras trabajaba en la biblioteca, Jane sintió resistencia a comportarse de manera asertiva; la irrupción de tres adolescentes escandalosas que se sentaron cerca hablando y riendo la alteraron, las chicas azotaron sus libros en la mesa y se colocan sus audífonos. El volumen de los aparatos debe haber estado a toda su capacidad, pues hasta los lectores que se encontraban al fondo hicieron gestos de disgusto, les lanzaron miradas reprobatorias y ... reanudaron pacientes su lectura.
Jane estaba iracunda. El eco metálico que escapaba de los audífonos le causó una mezcla de emociones, ira, resentimiento y la tan familiar ansiedad. ¿Debía confrontarlas o dejar pasivamente que continuaran con su comportamiento antisocial? Jane no es una persona a la que le falte asertividad, pero el trío de mozalbetes inspira temor con su cabello decolorado, sus peinados estrafalarios, chamarras de cuero y ojos enmarcados con delineador. El instinto natural indicaba dejarlas en paz, después de todo Jane no deseaba iniciar una pelea, además si la situación empeoraba podía optar por marchares a casa.
Veladamente, Jane esperaba que le hombre que estaba sentado a su lado se hiciera cargo del problema, no fue así, y finalmente se hartó. Con educación, pero con firmeza, Jane se acercó, les pidió que apagaran su música; las muchachas se rieron en su cara y contestaron que desapareciera, que se esfumara. Enseguida se dio una batalla de voluntades, en la que continuaron ofendiéndola mientras Jane no cedía ni un ápice y repetía su petición.
De pronto, todo terminó, Jane había vencido, su obstinación avergonzó a las chicas que aceptaron sumisas; el ruido metálico cesó y Jane volvió a su lugar. Las injurias, acompañadas de carcajadas continuaron un rato, pero de pronto terminaron. Jane dijo sentirse maravillosamente bien, poderosa, invencible.



El síndrome de la niña bonita

Se narra la anécdota anterior porque ilustra el mensaje de este libro: las mujeres tienen el derecho y poseen la capacidad de actuar asertivamente cuando enfrentan una situación desagradable. Lo que nos falta es el hábito de hacerlo, por tanto no estamos preparadas para enfrentar el acoso verbal y físico o lo que es aún más crítico, la agresión violenta.
Dada la forma en que se nos ha educado, esto no causa demasiada sorpresa; desde que nacemos se nos enseña que ser femenina significa ser gentil, dulce, complaciente y educada, no ser conflictiva. Mientras esto parece ser un dechado de virtudes, puede equivaler al suicidio cuando, como ejemplo extremo nos enfrentamos a un pervertido sexual. Nuestro instinto primario puede indicarnos estar alerta, sin embrago hacemos caso omiso de las advertencias en aras de no ofender a nadie. En forma inofensiva pero desesperante, esto aconsejaría pasar por alto a personas escandalosas en la biblioteca, pero al otro lado de la escala significaría admitir en casa a un extraño que afirma ser empleado de Teléfonos o de la compañía de gas, pero que no lleva consigo ninguna identificación.

Sólo cuando es demasiado tarde se da uno cuenta

que ser amable es algo muy arriesgado

El hábito de los buenos modales, tratar de nunca ofenderse es un rasgo femenino muy particular y con frecuencia deriva en una respuesta pasiva ante el peligro; esto nos hace muy vulnerables. Nuestra concepción de esa vulnerabilidad nos vuelve temerosas y nos crea una mentalidad de “víctimas”, es un círculo vicioso que el agresor explota.



Cáfre del Volante




¿ES USTED UN CAFRE DEL VOLANTE?

Si al leer esta nota usted se encuentra en problemas graves en una delegación o en un hospital, le sugerimos que tome en cuenta este cuestionario para que localice su error y no lo vuelva a cometer nunca.

Deseamos Sinceramente que no sea demasiado tarde.

1. ¿Utilizo SÍstemáticamente el claxon para que se aparten los vehículos lentos de mi camino? “Yo llevo prisa”. SÍ. NO.

2. ¿Manejo de día con las luces encendidas para abrirme paso? “Soy muy importante” SÍ. NO.

3. ¿Voy echando pleito con los demás conductores, sobre todo SÍ me ven feo? SÍ. NO.

4. En cuanto veo una ambulancia ¿me pego como estampilla para ganar tiempo? SÍ. NO.

5. ¿Les echo el coche a los peatones que osan cruzar por mi camino? SÍ. NO.

6. Para rebasar a los “estorbos” ¿voy zigzagueando en las calles, aunque después me alcancen en los “altos”?. SÍ. NO.

7. SÍ llevo a mi niño en el auto ¿lo llevo entre el volante y yo, para que aprenda a manejar? SÍ. NO.

8. En cada “alto” ¿arranco antes que todos y en el Siguiente semáforo freno antes que todos? “por frenos y llantas no paramos” SÍ. NO.

9. SÍ en un “alto” tengo autos adelante, ¿los presiono con el claxon y acelerando para que despierten y caminen? SÍ. NO.

10. ¿Conduzco a mayor velocidad de la permitida en la ciudad? (La máxima es de 60 kilómetros por hora, excepto en donde expresamente se permite limite mayor). SÍ. NO

11. Cuando llevo prisa, ¿me paso los “altos” SÍ no vienen vehículos por otra calle?. SÍ. NO

12. En los embotellamientos, ¿invado las banquetas para avanzar más “rápido”?. SÍ. NO.

13. En las vías rápidas, ¿no permito que nadie se meta en la lateral hacia la parte central y le acelero para que se esperen? “Yo soy primero”. SÍ. NO.

14. SÍ voy al banco, ¿me estaciono en doble o triple fila, aunque haya embotellamiento?. Que hagan más estacionamientos. SÍ. NO.

15. SÍ alguien se atreve a darme un “cerrón”, ¿lo alcanzo y le doy otro “cerrón? “Ya parece que me voy a dejar”. SÍ. NO.

16. Cuando salgo de un coctel, ¿manejo más rápido porque me Siento émulo de Fangio?. SÍ. NO.

17. ¿Voy leyendo el periódico o un informe de la oficina cuando voy manejando, ya que el tiempo no me alcanza? SÍ. NO.

18. Aunque ya no pase, ¿entro a un crucero obstruyendo el paso de la otra calle? SÍ. NO.

19. Cuando voy de viaje con un amigo y llevamos dos autos, ¿competimos para ver quien llega primero? SÍ. NO.

20. ¿Tengo dos personalidades totalmente distintas, dentro y fuera de mi veloz máquina? SÍ. NO


CALSÍFICACIÓN:

Las preguntas fueron diseñadas por Brockman y Schuh Agentes de Seguros y de Fianzas, S.A. de C.V., e indica que cada cual se puede clasificar, considerando el número de respuestas afirmativas:

De 0 a 5: felicidades. Usted estima su vida y las de los demás. Las compañías de seguros aprecian su conducta.
De 6 a 10: regular. Deberá mejorar su forma de conducir.
De 11 a 15: mal. Necesita reflexionar seriamente. Usted es un peligro sobre ruedas.
De 16 a 20: pésimo. Es usted un caso casi perdido. Inscríbase a neuróticos anónimos.